jueves, enero 03, 2013

ROSITA, O LA MAGIA DE LOS JUGUETES

Las muñecas, como los peluches, son juguetes muy especiales. Las vestimos, las peinamos, las abrazamos cuando estamos tristes o les damos besos...son una de las primeras amigas de cualquier niña, y eso debe notarse de algún modo. 
Hace ya algunos meses vino a parar a mis manos Rosita, la muñeca que veis en las imágenes, con el pelo rosa. A pesar de decirle a su propietaria que su valor económico era nulo, ésta insistió en que restaurara a Rosita, sin prácticamente reparar en gastos. 
Cuando llegó a casa, abrí la caja. Venía, sin duda, de una casa donde se fumaba y había perro (una, que tiene buen olfato). Su cabeza y manos eran de vinilo, pero el resto del cuerpo era de tela. La cogí, y tuve la fortísima sensación de que esa muñeca había sido el paño de lágrimas de una niña, de que era importantísima para la mujer que era ahora esa niña, y también de que seguía siendo una especie de talismán.
Así que contacté con la clienta, en parte para contarle que habría que sustituir todo el pelo (imposible encontrar lana del mismo tono) y en parte para que me contara si esa especie de "flash" que yo había tenido era cierto. Y sí, la muñeca fue el consuelo de una niña que perdió a alguien muy cercano demasiado pronto, y también fue el talismán de una chica que hacía deporte de competición. 
Tras su "ingreso", Rosita pasó por un largo tratamiento. Le reforcé las costuras del cuerpo y le cambié el relleno, le cambié la tela de los pies por una más parecida al resto del cuerpo, puesto que una restauración anterior había empleado una tela demasiado fina; le quité todo el pelo y se lo puse de nuevo, le repinté las facciones y le hice un vestidito en el que era el color que mejor le sentaba; rosa, por supuesto. Y quedó la mar de guapa otra vez. En la foto de abajo la veis posando al lado de Pepa Schmidt, una Bruno Schmidt de celuloide que es herencia familiar. 
En fin, con esta historia quería compartir la magia de la noche de Reyes, porque a Rosita la trajeron los Reyes hace muchos años, y porque es un buen ejemplo de ese juguete que nunca olvidaremos.
Y vosotros, ¿qué juguete o muñeco recordáis o conserváis todavía?





1 comentario:

julia dijo...

Es una bonita historia, estoy segura a la señora le ha merecido la pena dejarte a esa linda muñeca.
Antes era muy bonita, y ahora lo es aún más.
Mil besos...Julia.